Tener un gato en casa puede ser una de las decisiones más gratificantes que tomarás. Estos animales, con su mezcla de independencia, ternura y misterio, son excelentes compañeros. Sin embargo, antes de abrirle las puertas de tu hogar a un nuevo minino, es importante conocer ciertos aspectos fundamentales sobre su comportamiento, cuidados y, sobre todo, su seguridad.
En Protegge, te compartimos todo lo que necesitas saber antes de adoptar un gato, incluyendo uno de los puntos más importantes que a menudo se pasa por alto: la instalación de mallas de seguridad para protegerlo de caídas y escapadas.
1. Los gatos son comelones… a su manera
A diferencia de los perros, que suelen devorar su comida de una sola vez, los gatos prefieren comer pequeñas porciones durante todo el día. Esto se debe a su instinto natural de cazar varias presas pequeñas a lo largo de la jornada. Por eso, es ideal que siempre tengan algo de alimento disponible, en especial si pasan muchas horas solos en casa.
Eso sí, ten cuidado de no sobrealimentarlos. Un comedero automático o una rutina de pequeñas porciones puede ayudarte a mantener un equilibrio.
2. Necesitan ejercitarse, aunque no lo parezca
Los gatos, especialmente cuando ya son adultos, pueden parecer bastante sedentarios. Sin embargo, esto no significa que no necesiten actividad física. El sedentarismo puede derivar en problemas de salud, como obesidad o estrés.
Una forma sencilla de incentivar el movimiento es colocar su agua y comida en diferentes puntos de la casa, o incorporar juegos interactivos como cañas, pelotas, túneles y estructuras para trepar. En este punto, también es fundamental contar con un entorno seguro donde pueda moverse libremente, como veremos más adelante.
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3. No, no hace falta bañarlos
Una de las ventajas de tener un gato es que son extremadamente limpios por naturaleza. Pasan gran parte del día acicalándose y manteniéndose impecables. Por eso, a menos que el veterinario lo indique por una razón específica, no es necesario bañarlos.
Lo ideal es cepillar su pelaje de forma regular para evitar nudos, eliminar pelo muerto y fortalecer el vínculo con tu mascota.
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4. Arañar es parte de su naturaleza
Si bien a muchos dueños les preocupa que los gatos arañen muebles o cortinas, este comportamiento es completamente normal. Lo hacen para afilar sus garras, estirar sus músculos y liberar estrés.
La solución no es prohibírselo, sino ofrecerles alternativas apropiadas desde el primer día. Rascadores, postes verticales, alfombras especiales o incluso muebles adaptados para gatos son excelentes formas de canalizar este instinto sin afectar la decoración del hogar.
5. Les encantan las alturas (y aquí entra la seguridad)
Uno de los comportamientos más característicos de los gatos es su atracción por las alturas. Ya sea una ventana, el respaldo del sofá, una repisa o incluso la cima de un armario, los gatos siempre buscarán subir.
Este comportamiento no es casualidad. Sus ancestros vivían en entornos donde trepar era esencial para cazar, escapar de depredadores y observar a su alrededor. Subir les da seguridad, control y entretenimiento. Sin embargo, también representa un riesgo muy real en un entorno doméstico, especialmente si hay ventanas, balcones o terrazas sin protección.
La importancia de las mallas de seguridad
Aquí es donde las mallas de seguridad se vuelven una necesidad, no una opción. Estos sistemas discretos y resistentes permiten que tu gato disfrute de su entorno sin estar expuesto a peligros como:
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Caídas desde altura
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Escapes accidentales
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Contactos con otros animales del exterior
Instalar mallas en balcones, ventanas o cualquier acceso elevado no solo protege a tu gato, sino que te da la tranquilidad de saber que está seguro mientras explora y disfruta del hogar.
En Protegge, ofrecemos mallas de seguridad en Bogotá y otras ciudades, diseñadas especialmente para adaptarse a espacios residenciales sin comprometer la estética del lugar.
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6. Dales libertad en un entorno controlado
Los gatos, aunque independientes, valoran tener un territorio que puedan explorar. Limitar demasiado su espacio puede generar aburrimiento o ansiedad. Asegúrate de que tu gato pueda recorrer diferentes rincones de la casa, observar por la ventana, esconderse o simplemente encontrar su lugar favorito para dormir.
Si quieres que tenga contacto con el exterior, considera crear un “catio” o balcón cerrado con malla, donde pueda tomar el sol y observar el mundo de forma segura.
Prepararte es amarlo
Tener un gato en casa va más allá de proporcionarle comida y una cama. Requiere comprensión, adaptación y medidas concretas para garantizar su bienestar. Con los cuidados adecuados y un entorno seguro, tu gato no solo estará feliz, sino que también tendrás la tranquilidad de ofrecerle una vida larga y saludable.
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